Juegos en la Tierra Media.

Siendo el fin último de la Sociedad Tolkien Española la subcreación a partir del universo creado por el profesor de Oxford, en la pasada reunión del Smial de Granada, Carlos Márquez Denethor II nos presentó varios juegos de mesa de su propia creación, inspirados en la Tierra Media y su historia.

La tarde, que comenzó acompañada como viene siendo habitual por un té y siguió con diversos temas administrativos derivó finalmente en los juegos de mesa. El primer juego que nos presentó fue One Ring to rule them all, mención de honor de la Comisión de Juegos hace varios años y probablemente el que cuenta con la duración de partida más larga: hasta dos años puede llevar su finalización. En el juego cada jugador controla una de las principales civilizaciones del la Tierra Media así como a sus principales héroes. El modo de partida, no es el convencional de un juego de mesa. Se desarrolla a partir del mapa de la Tierra Media pero por correo: los participantes mandan sus movimientos e indagaciones a un controlador de juego, el cual después les informa de lo que ha ocurrido durante el turno. Este modo de jugar proporciona a los usuarios un modo nuevo de expresarse en sus “cartas”, ya sea usando un lenguaje más poético, utilizando dibujos o papel apergaminado. El objetivo final es cumplir con una serie de requisitos para obtener el mayor número de puntos, todo ello entremezclado con el control del Anillo, traiciones y estrategias militares.

El segundo que nos enseñó fue Las Guerras de Gondor. Fruto de un intenso estudio de la tradición gondoriana surgió este juego basado en la historia de este país de los hombres. Se efectúa por turnos y cada jugador controla una de las civilizaciones que influyeron en el desarrollo, apogeo y decadencia del reino de Gondor. Entre los siglos de historia encontramos hechos tan diversos como el sometimiento de pueblos, la guerra entre parientes o alianzas malignas, todo ello llevado por un excelente modo de juego, que procura que la leyenda siga su auténtico curso. Los participantes se enfrentarán unos a otros combinando estrategia militar y diplomacia, para conseguir el mayor número de objetivos lo cual les proporcionará un mayor número de bonificaciones y la victoria final.

También tuvimos ocasión de conocer Las Guerras de Arnor. Es un juego que se desarrolla sobre un gran mapa que representa las tierras de Arthedain, Cardolan, Rhudaur, Angmar y sus alrededores al estilo hexagonal. El juego, de recreación histórica, al más puro estilo wargame, nos introduce en el corazón del antiguo reino de Arnor y nos permite recrear algunos de los momentos más importantes de su tradición. El modo de juego permite a los usuarios aliarse o enemistarse con los otros jugadores, de modo que se representan fielmente los conflictos y hechos más relevantes de esta parte de la Tierra Media. Unas ingeniosas plantillas de las diferentes ciudades indican al jugador la situación de su pueblo y le proporciona una imagen visual, muy útil para la defensa, ataque y planificación de la toma de las distintas urbes.

Para finalizar pudimos conocer, aún en proceso de terminación y testeo, otro juego por correo llamado Los Años Oscuros. Se representa en el mismo el transcurrir de la Segunda Edad con el creciente poder de Númenor y Mordor y el inevitable conflicto entre estas dos naciones y sus aliados por el control de la Tierra Media. Este juego cuenta también con la recolección de recursos introduciendo una variante administrativa muy interesante en este tipo de mapas. El tiempo dentro del juego varía según los participantes decidan en cada turno expandirse económica y políticamente o bien realizar una campaña militar contra sus vecinos. El juego culmina con la consecución de unos parámetros y objetivos preestablecidos.

Después de lo que fue una clase magistral de juegos de mesa, pero sobre todo de subcreación, muchos de nosotros están deseando participar del ingenio y capacidad creativa de Carlos Márquez Denethor II y los que ya los habíamos probado redescubrimos el gusto por ellos.

Detrás del universo de Tolkien hay todo un universo subcreador, esperando a ser desvelado y compartido, hemos de seguir en pos de ese cosmos porque todavía queda mucho por descubrir y las posibilidades son infinitas.

Eärnur.